Sobre el cráter
Es un cráter del periodo Nectariano, con una edad entre 3850 y 3920 millones de años. Tiene un diámetro de 110 km. Su suelo se encuentra parcialmente inundado por el Sur, pero además presenta muchas irregularidades y grietas que recorren su suelo entrecruzándose. En su centro hay medio círculo montañoso, restos de un anillo inicial. Por el Norte su pared está invadida por el pequeño cráter Gassendi A de 33 km. Gassendi estuvo nominado para algún alunizaje de los Apolo, pero al final se quedó sin premio. El nombre se lo puso Riccioli en su mapa lunar de 1651.
Pierre Gassendi
Resumen de su vida
(Francia. Champtercier, 1592 – París, 1655)
Desde muy joven fue sacerdote y científico multidisciplinar, cuyo afán incansable fue conciliar
ciencia y religión, desempeñando cargos en apariencia tan divergentes como profesor de
matemáticas en el Colegio Real de París y preboste en la Catedral de Digne.
Como filósofo se opuso frontalmente a las hegemónicas teorías de Aristóteles, en favor del
método científico postulado por su coetáneo Galileo Galilei, de quien llegó a recibir un regalo en
forma de telescopio fabricado por él mismo. También fue enemigo declarado del método
cartesiano, hecho por el cual mantuvo una dilatada correspondencia con su fundador René
Descartes, a quien señalaba sin reparos todo aquello que él consideraba como errores en la
aplicación del método científico.
Centró gran parte de sus estudios en la figura del filósofo clásico Epicuro, del que llegó a escribir
tres obras que impulsaron el interés sobre el epicureismo en la época moderna.
Como legado científico nos dejó un modelo atómico en el que definía los átomos como eternos,
semovientes y lógicamente creados por Dios, dada su ferviente fe católica y la completa
imposibilidad en la época de realizar experimentos sobre átomos y partículas que avalaran el
modelo.
En el campo de la astronomía pudo observar el tránsito solar de Mercurio siguiendo las
indicaciones de Kepler, lo cual sirvió para apoyar empíricamente la teoría heliocéntrica. También
fue capaz de calcular la trayectoria de Mercurio con una asombrosa precisión.
Juan José Márquez Aboz