Localización-8d-j

Sobre el cráter

No está claro si pertenece al periodo Copernicano o Eratosteniano. Tiene un diámetro de 83 km y un interior muy liso, consecuencia de un aforamiento masivo de lava desde su subsuelo. Sus muros se elevan solo 2,1 km. Al sur hay una pequeña cadena montañosa que son restos del segundo anillo de la cuenca Imbrium. El nombre se lo puso Riccioli en su mapa lunar de 1651. Anteriormente Langrenus lo había bautizado como Roma, tal vez por su parecido con el Coliseo.

Arquímedes

Arquímedes (287-212 a. C.), el gran sabio griego del famoso principio que lleva su nombre según el cual “todo cuerpo sumergido en un fluido experimenta un empuje hacia arriba igual al peso del fluido que desaloja”, era un curioso, lo que le llevo a protagonizar muchas anécdotas.

El rey Hirerón II,  de Siracusa le pidió que comprobase si el joyero que le acababa de hacer una corona le había engañado, mezclando plata con oro, que realmente era de lo que tenía que estar fabricada la pieza.

Arquímedes no sabía cómo podría comprobarlo. Un día, al sumergirse en una pileta en una casa de baños, se dio cuenta de que cuantas más partes de su cuerpo introducía en ella, más se desbordaba el agua.

Con esa acción tan simple, llego a la conclusión de que un volumen igual de dos materiales distintos sumergidos en un mismo fluido desplazarían un volumen de éste diferente según fuera su peso específico. Como el oro pesa más que la plata, pudo comprobar si el orfebre era honrado o no.

Según cuentan, contento por el descubrimiento, Arquímedes salió corriendo desnudo a la calle gritando su famoso grito “Eureka”.