
Sobre el cráter
Stöfler es un antiguo cráter de 126 km cuya pared oriental ha sido completamente destruida por varios cráteres yuxtapuestos, siendo el mayor de ellos el cráter Faraday de 70 km. El suelo de Stöfler es liso y oscuro, rellenado de lava basáltica. Su pico central ha sido completamente destruido y no queda de él ningún rastro. Un pequeño cráter de 18 km está sobre la pared sur y otro similar se encuentra en la pared occidental. El nombre se lo puso Riccioli.

Johannes Stöfler

Resumen de su vida
Johannes Stöfler (1452 – 1531) fue un clérigo matemático, astrónomo y astrólogo alemán, profesor de la universidad de Tubinga. En 1493 hizo un globo celeste para el obispo de Costanza y en 1496 construyó un reloj astronómico para la catedral de Münster. En 1499 publicó un almanaque náutico que se utilizó en la navegación durante más de medio siglo. Sin embargo, como astrólogo no tuvo mucho éxito. En el año 1524 hubo una gran conjunción, el Sol junto con Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno, en febrero de 1524 se encontraban todos en la constelación de Piscis. Dado que los astrólogos pensaban que el mundo se había creado en una conjunción multitudinaria en el primer signo zodiacal (Aries) y como la conjunción iba a ser en el último signo del zodíaco y que era un signo de agua, Stöffler predijo que el 20 de febrero de 1524 comenzaría otro gran diluvio apocalíptico de magnitudes universales. Un conde también alemán llamado Von Iggelheim mandó construir una enorme arca de tres cubiertas, emulando a Noé, y la echó al Rin a la espera de la lluvia. El 20 de febrero cuando empezaron a caer las primeras gotas una muchedumbre atemorizada corrió despavorida hacia el arca. El conde intentó organizar la muchedumbre, pero solo consiguió ser apedreado y pisoteado. De pronto dejó de llover y no llovió más en todo el día. Y tampoco llovió al día siguiente, ni al otro. Más aún, aquel año fue un año de sequía en Alemania. El conde Von Iggelheim murió como consecuencia de las heridas. La reputación de Stöffler como astrólogo quedó muy mal parada y nadie se tomó demasiado seriamente su nueva fecha de 1528, que había recalculado. Afortunadamente para él, había realizado trabajos como astrónomo que le permitieron el reconocimiento de ponerle a un cráter de la luna su nombre. Murió de la peste en 1531, y no, como había predicho, alcanzado por un objeto caído del cielo.