
Sobre el cráter
El cráter Cavendish mide 54 km de diámetro y se le estima una edad algo inferior a los 4000 millones de años. Su borde presenta terrazas, pero muy desgastadas y no posee pico central. Sobre su pared noroeste hay un pequeño cráter de 10 km y diametralmente opuesto, sobre su pared sureste, hay otro mayor de 24 km. El nombre se lo puso Mädler en su mapa de 1837.

Henry Cavendish

Resumen de su vida
Henry Cavendish (1731 – 1810) fue un físico y químico británico. Su padre fue político e hizo algunos experimentos científicos, especialmente en el campo de la electricidad. Henry, desde pequeño ya dio muestras de ser muy callado, reservado, tímido y ensimismado. Con 18 años ingresó en la universidad para estudiar ciencias, pero tras 4 años se fue sin graduarse. Hasta los 40 años estuvo viviendo de una modesta renta que le pasaba su padre y ayudándole en sus experimentos. Gracias a la influencia de su padre fue nombrado miembro de la Royal society de Londres y trabajó durante un tiempo de ayudante del famoso químico Davy, considerado fundador de la electroquímica. En 1773 heredó de su tío una gran fortuna que había conseguido en la India. Compró una mansión y dentro creó su propio laboratorio, del que solo salía en contadas ocasiones. Su misoginia era tal que solo se comunicaba con las criadas por notas escritas. Su laconismo era tan extremo que un conocido suyo comentó en una ocasión probablemente, ha pronunciado menos palabras que ningún hombre en el curso de su vida. Afanado en sus experimentos con dedicación plena consiguió aislar hidrógeno por primera vez, al que llamó aire inflamable. También demostró que el agua no era un elemento, como se creía hasta entonces, sino que estaba formada por aire inflamable (hidrógeno) y aire no inflamable (oxígeno). Pero el experimento que le dio fama fue la medida de la densidad de la Tierra mediante una balanza de torsión ideada por él. Dos grandes bolas de plomo de 158kg cada una eran colocadas cerca de otras dos bolas más pequeñas de 0,7 kg unidas por un alambre. Todo el sistema estaba metido en un recipiente de cristal para evitar perturbaciones. Con un catalejo Cavendish midió el pequeño ángulo que se torcía el alambre al sentir las bolas pequeñas la atracción gravitatoria de las grandes. Conociendo la fuerza necesaria para producir ese pequeño ángulo de torsión en el alambre, determinó la fuerza gravitatoria entre la bola grande y la pequeña. La fuerza con la que la Tierra atraía a las bolas era su peso. Conociendo la relación entre las dos fuerzas y usando la ley de gravitación universal de Newton pudo determinar la masa de la Tierra y su densidad. El interés de Cavendish por los instrumentos científicos y su destreza en el manejo le llevaron a presidir un Comité de revisión de los aparatos meteorológicos de la Royal Society y a recomendar la selección de los instrumentos para el Real Observatorio de Greenwich. Cavendish murió en 1810 en su mansión a los 79 años de edad. A finales del siglo XIX, Maxwell, revisando la multitud de papeles y anotaciones que nunca llegó a publicar, se dio cuenta que había intuido la ley de Coulomb antes que Coulomb, la ley de Ohm, antes que Ohm y la variación en la capacidad de un condensador cuando se le pone un dieléctrico entre sus placas antes que Faraday.