En 1967 varios países firmaron el tratado sobre el espaci ultraterrestre que decía que ningún país podía reclamar ningún cuerpo celeste como suyo. En 1980, Dennis Hope, un avispado estadounidense, le reclamó por carta a los distintos países del tratado la propiedad de la Luna, ya que el tratado solo hablaba de países y no de personas. Al no recibir contestación de ningún país, se consideró legitimado para vender terrenos en la Luna. Entre sus muchos compradores estuvo Michael Jackson que compró terrenos en el mare Vaporum y 1200 acres en el lacus Somniorum en el 2005. En el 2009, tras su muerte, la sociedad lunar internacional decidió bautizar con su nombre al cráter de 22 km conocido hasta entonces como Posidonius J, ya que se encontraba cerca de los terrenos que Jackson había comprado.