Resumen de su vida

(1575-1650), fue un excelente científico, que por su condición eclesiástica, defendió el modelo geocéntrico en lugar del modelo en auge propuesto por Copérnico. De no ser por eso probablemente su nombre estaría a la altura de sus contemporáneos Galileo y Kepler.

Se le ha atribuido durante mucho tiempo el descubrimiento de las manchas solares. Es significativo reseñar que por temor a ensuciar su propio nombre evitó publicar inicialmente ningún estudio al respecto, ya que no quería enemistarse con quienes defendían la pureza del sol.

Este detalle y el hecho de que al poco tiempo Galileo declarara haber descubierto las manchas solares lo hizo emprender una lucha bastante fuerte por ser declarado descubridor de las mismas. Ambos pelearon sin necesidad: a ojo descubierto en la antigua China se habían descrito y documentado. Y tan solo unos años antes David Fabricius las había observado y documentado.

Scheiner era un afamado observador. Todas sus publicaciones y trabajos nos muestran a un hombre paciente y observador que basaba todo su trabajo en la observación y la experimentación. Siendo sus trabajos sobre óptica, proyección de imágenes, el ojo humano y los distintos instrumentos que diseñó para trabajar con telescopios lo más destacable.